Rosa La Peligrosa

.....Jamás he conocido a un hombre capaz de ponerme un dedo encima. He enviado par de frescos al hospital. Entonces, pedir bola por mi cuenta, para ir a dar clase a la escuela nunca me asustó.

.....Cada mañana, yo me paraba a la orilla de la autopista Sánchez, me subía la faldita, y esperaba que alguien se detuviese. Tenía como regla no subirme en un carro que tuviese más de un hombre montado. Hay que ser precavida, nosotras las mujeres sabemos bien lo loco que son los hombres cuando se juntan. Casi todo el tiempo nos imaginan con las piernas abiertas veinticuatro horas como la estación de los bomberos. Entonces para evitar romperle la cara a cualquier propasado, por tocarme las piernas, el trasero o por mirarme mucho los senos yo siempre esperaba por alguien que anduviese solo o acompañado de mujeres.

.....Yo no soy una chica exigente. Simplemente soy de las que piensan que hay que tener cuidado con los locos y pervertidos que andan en la calle. Sólo con pisar en una pocilga se le puede ensuciar la mente a uno.

.....En mi cartera siempre llevo un puñal, mi papá me lo dio para que me defendiera. Sin embargo, solamente lo he usado una vez, y ha sido para pelar un mango Banilejo que un alumno de mi clase me regaló.

.....Una tarde, yo tenía puesto mis jeans favoritos, esos que yo sólo me podía poner si me tiraba a la cama y levantaba las piernas hasta el cielo. Esa tarde yo esperaba como siempre a la orilla de la carretera, con mi puño cerrado y el pulgar derecho afuera, pidiendo una bolita. Por las mejillas se me deslizaba un chorrito de sudor, el cielo sin nubes estaba más azul que nunca, y las matas a mi espalda esperaban ansiosamente que la brisa las sacara a bailar. Aunque me mantuve apuntando hacia la derecha con mi pulgar, yo estaba casi segura de que el chofer que se aproximaba no necesitaba más que la señal de PARE escritas en mis protuberantes caderas. El vehículo que se paró era rojo, del color de mis pintalabios favoritos. Tan pronto se detuvo su coche me di cuenta de que el chofer andaba sólito, como el llanero solitario…
(To Be Continuará)
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